plademunt

Ponemos en un cazo tres cuartas partes de la leche junto con el azúcar y la piel de naranja y llevamos al hervor. Mezclamos la maicena con la leche sobrante y la incorporamos sin dejar de mover a la leche caliente. Devolvemos el cazo al fuego y moviendo continuamente esperamos otra vez el hervor. Retiramos y seguimos moviendo unos minutos para bajar la temperatura de la leche. (la razón de poner maicena es para asegurarnos que no se nos coratán las natillas ahora cuando las hagamos. Tienen un punto delicado y es mejor asegurarse. Pero si ya tienes cogido el punto, puedes prescindir de la maicena).

Incorporamos a nuestra preparación la mantequilla junto con el cacao en polvo, moviendo bien para que todos los ingredientes se mezclen a la perfección. Ahora es el momento de ir incorporando las yemas una a una, sin dejar de mover.

Precalentamos el horno a 180ºC.

Montamos las claras, de deben estar a temperatura ambiente, junto con la sal, que nos ayudará en nuestro trabajo. Las montamos a punto de nieve, y luego las incorporamos a la crema de chocolate con movimientos suaves y envolventes, con mucha paciencia. Al principio parece que cuesta, pero luego es coser y cantar. Nada de movimientos bruscos ni batidos, poco a poco y con paciencia.

Forramos con mantequilla y harina nuestros moldes o por el contrario utilizamos moldes de silicona. Rellenamos hasta tres cuartas partes y horneamos más o menos durante media hora, dependiendo del molde que utilicemos. Si nuestro horno tiene ventilador, mejor que mejor; y a ser posible, sin grill.

Podemos decorar nuestros souflés con azúcar glass, unos frutos rojos... Nuestra imaginación al poder!

Si te ha gustado esta receta compártela con tus redes. Si quieres recibir novedades y promos en exclusiva inscríbete gratis.