plademunt

Domingo 17 de Noviembre del 2013. Ya son las ocho menos cuarto de la mañana. Hace un par de semanas que estamos esperando que llegue el día D. Pues el día D amanece frío, llucioso y plomizo. "¡Ideal para hacer pan!" me lamento. Pero a los treinta segundos de pesimismo amanece mi optimismo innato y autocargo las pilas. "¡Buenos días y buena suerte!" Carretera y manta, nunca mejor dicho; de Alcalá a Arroyomolinos hay un ratín.

LLego sin mayores problemas. La zona me gusta. Doy una vuelta por el barrio. Residencial, tranquillo y con alguna tienda. Paso por delante de Chic Bakery y pienso a primer toque "Es chic y tiene pinta de bakery. ¡Bien!" En mi proyecto "plademunt. el restaurante imaginario" es uno de los detalles que me preocupan, que sea lo que proyecte como expectativa y experiencia. Pues ahora falta cruzar la puerta y comprobar la segunda parte.

Expectativa: un local cómodo, agradable, con el espacio necesario, chic y con el ingrediente imprescindible que te llame a consumir. Todo esto es lo que encuentras en ChicBakery.

Se abrió la puerta y me recibió una sonrisa, color, predisposición y quince personas esperándome "¡Un poco de vergüenza! No me gusta que me esperen en una cita.

Y ahora viene la experiencia: Para mi, para mi proyecto y para mi trabajo que no lo entiendo sin pasión no era un curso de panadería y ya está. Para eso no vendría. Yo me apunté a vivir una experiencia con el #pan, su significado, lo que transmite, lo que representa; venía a poner mis cinco sentidos a disposición de Susana @webosfritos.

Las #recetas se escriben con más o menos sinceridad y luego las interpretamos. El verdadero secreto de una receta es su significado. Y justo eso es lo que yo vine buscando; y justo eso es lo que encontré en las palabras, miradas y gestos de Susana. "¡Gracias!".

Pero evidentemente y como he dicho antes no estábamos solos. Éramos 13 dispuestos, abiertos, sonrientes, comunicativos e interesados. Hicimos tres recetas de pan y sus "secretazos", nos pringamos un poquito y luego disfrutamos acompañando esos maravillosos panes con unos aperitivos deliciosos. Hubo sitio para las sorpresas como encontrarme a Noelia de LaCucharinaMágica, encantadora! Y un detallazo por parte de loschicos de @lecuine Lecuine, regalando una maravillosa olla y unos cuchillos a una de las participantes. Cinco horas que fueron un regalo valioso y muy aprovechable.

Si nunca has hecho pan hay muchas respuestas que no encontrarás a algunas de tus preguntas.

Nadie nace andando, pero desde el primer paso no hay vuelta atrás; disfruta del camino ¡Vive!

Y ahora vamos con una #receta dedicada a este día tan importante.

En este caso he usado unos níscalos frescos y lo que he hecho es secarlos en el horno. Dependerá de el tamaño y humedad que tengan. En mi caso estuvieron ocho horas y media a 70ºC más o menos. Otra opción es comprar las setas deshidratadas, una opción más rápida y económica, desde luego.

Trituramos bien los níscalos hasta conseguir un polvo más o menos fino. Yo lo hice en la #thermomix.

En un bol hondo mezclamos la harina, el polvo de #setas y la sal con el agua. Lo trabajamos hasta conseguir unificar todos los ingredientes y podamos luego trabajar sobre la mesa enharinada. Le vamos añadiendo el agua poco a poco según demanda de la masa.

En la mesa de trabajo amasamos a conciencia un cuarto de hora, luego dejamos reposar la masa en el bol tapada con un paño húmedo otros quince minutos. Este procedimiento lo repetiremos hasta que veamos como nuestra masa se vuelve elástica y fina.

El siguiente paso será hacer un hueco e introducimos la levadura con un poco de agua. Amasamos hasta que esté bien integrada en la masa y dejamos que repose unos minutos. Volvemos a amasar por última vez. Engrasamos un molde donde vayamos a cocer nuestro pan y la colocamos en él. Dejamos que fermente a temperatura ambiente más o menos una hora y media tapada con un trapo húmedo. Para saber que nuestra masa está a punto para hornear es marcarla con el dedo, si la masa vuelve a su estado original nos está diciendo ¡Méteme al horno!

El horno lo precalentamos a 220ºC creando vapor con la ayuda de trapos mojados o poniendo agua en una bandeja inferior.

Hacemos unos cortes con la ayuda de un cúter o similar superficiales, humedecemos la parte superior y espolvoreamos con el salvado de avena o el cereal que elijamos.

Horneamos nuestro pan a 200ºC durante media hora aproximadamente, siempre estando atentos; cada horno es un mundo y depende de la cantidad y recipiente que usemos.

Cuando esté listo lo sacamos del horno y lo desmoldamos poniendo el #pan de setas sobre una rejilla hasta que esté frío.

Podemos cortarlo a rebanadas y congelarlo adecuadamente para luego usarlo según necesitemos. Tostado y untado con mantequilla, o un chorrito de AOVE  es un aperitivo fantástico. El sabor y aroma a setas, en este caso #níscalos lo hará único.

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