una pechuga y hambre… no hay tiempo que perder!
#pechuga de pollo con caramelo de cerveza y agave
Para las prisas en la cocina siempre hay una primera vez. Somos humanos y como tal convivimos con los latigazos del reloj insaciable.
Hoy teníamos que comer, dos pechugas con piel y poco tiempo. Pues a tirar de imaginación para hacer algo apetecible.
La única cerveza que me queda está caliente así que será parte del plato, un ingrediente siempre muy eficaz. Esta Moritz rubia está espectacular siendo una de mis cervezas preferidas. Como vivo en Madrid las compro a través del supermercado virtual Ulabox.
El sirope de agave, procedente de una planta centroamericana el agave o mezcal, cada vez está más en las estanterías de los supermercados, es uno de esos productos con miles de años que ahora resurgen gracias a la internacionalización de la gastronomía. Todo, o casi todo, tiene un hueco en nuestras cocinas. Hay que ser responsable ante todo, ya que este tipo de plantas son de crecimiento muy lento y a partir de clones.
Ingredientes:
- pechuga de pollo con piel - 2
- aceite de oliva virgen extra (AOVE) - 2 cucharadas
- cerveza - 200 ml
- sirope de agave (o miel) - 1 cucharadita
- salsa de soja - 1 cucharada
Instrucciones:
Lo de la pechuga con piel tiene explicación y es sencilla. La piel le aportará sabor a nuestra preparación y sobretodo protegerá la pechuga permitiendo que nos quede más jugosa. Así que cuando vayáis al carnicero pedídsela con piel.
Sal pimentamos las pechugas.
En una sartén caliente con el aceite doramos a fuego vivo las pechugas empezando por la parte de la piel y dándole la vuelta cuando sea preciso. Yo aprovecho y tapo la sartén, evito manchar la cocina demasiado y el efecto del vapor cocina nuestra carne.
Cuando estén las pechugas doradas vertemos la cerveza y tapamos. Consejo para los celíacos, cerveza sin gluten! Dejamos que reduzca a fuego medio, sartén tapada y dando la vuelta al menos una vez a nuestra carne. Que se empape bien de la salsa.
Cuando esté reducida y empiece a caramelizar añadimos el agave y la salsa de soja. Podemos usar miel si lo preferimos y la tenemos a mano; podemos cambiar la soja por la salsa Perrins o inglesa, o Worcestershire... ¡qué de nombres! Cocinamos unos minutos y tendremos nuestra #receta lista. Ya veis, una solución rápida, económica, original y muy sabrosa. ¡Espero que os guste!
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