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garrote de san isidro
El 15 de mayo celebramos San Isidro, patrón de Madrid. Un día principal en nuestra comunidad y en el que el mundo panarra se ha hecho un hueco a lo grande. Al igual que Sant Jordi ya tiene su pan en Cataluña, la comunidad de Madrid alza al paraíso de los paladares un pan de los ricos, una elaboración inolvidable que ha llegado para quedarse. Una iniciativa de ocho panaderías pioneras del pan artesano en la Comunidad y que poco a poco se va extendiendo en los muchos obradores que han apostado en el siglo XXI por hacer pan de verdad, pan por encima de intereses, economía y exceso de producción.
¿Qué es el garrote de San Isidro? ¿Quién fue San Isidro? Voy a ver si soy capaz de responder a estas preguntas. Una barra de pan retorcida por un extremo para simular un azadón. Una barra de pan larga y contundente de harina de trigo, cubierta con salvado y con higos macerados en vino y anís de Madrid y ajonjolí. Todo tiene una razón, y vamos a contarlo. La forma da a entender la forma del azadón del Santo y facilita levarla a los picnics de la pradera y compartirla con amigos y familia. La cobertura nos recuerda el oficio de San Isidro Labrador. Los ingredientes que enriquecen la masa, higos y sésamo nos dan a entender la riqueza y el pasado mozárabe de la ciudad
Ingredientes:
- harina de trigo panadera - 1 k
- higos secos -
- anís dulce -
- vino blanco malvar de Madrid -
- masa madre - 80gr
- o levadura de panadero - 4 gr
- sal - 20 gr
- agua - 700 gr aprox
- salvado -
- sésamo tostado -
Instrucciones:
El día anterior partimos los higos y los mojamos con el aní y el vino de Madrid. Los conservamos en el frigorífico.
Mezclamos los ingredientes para el pan y amasamos hasta conseguir una masa lisa y elástica. Al final del amasado incorporamos los higos escurridos y el sésamo.
Dejamos levar en bloque el tiempo necesario dependiendo de la temperatura y no dejando que acabe de doblar. Es preferible quedarse corto de fermentación para luego tener un buen desarrollo de la masa y de la miga.
Dividimos la masa y formamos las barras colocándolas sobre un lino enharinado y con el salvado. Dejamos que fermenten y luego las horneamos a 250ºC con humedad los primeros cinco minutos y luego 20-25 minutos a 210ºC.
Las dejamos enfriar sobre una rejilla y las tenemos listas para disfrutar de un día especial.